Historia
En el año 2001 la Familia Del Río Elorza adquirió una finca de 40 has. en Colonia Lucinda de Fernández Oro, en el Alto Valle del Río Negro, a 39° latitud sur de la Patagonia Argentina donde había existido un viñedo plantado en las primeras décadas del siglo XX. En el año 2004 iniciaron las tareas de recuperación de las antiguas vides casi centenarias abandonadas en la finca y plantaron con alta densidad (5.500 plantas por ha.) 20 hectáreas con clones especialmente seleccionados de Malbec, Pinot Noir, Merlot, Cabernet Franc y Chardonnay. Con el objeto de lograr la mejor y más racional utilización del agua instalaron un sistema de riego mecanizado por goteo y otro de riego por aspersión para la protección activa contra heladas, único factor de riesgo para la producción en la Patagonia.
En medio de tierras desérticas el Río Negro surca el valle más grande de la Patagonia Argentina. Sus colonizadores canalizaron para el riego las aguas provenientes de la Cordillera de los Andes creando un oasis productivo en profundos suelos franco arcilloso. El clima es ideal para el cultivo de la vid. Inviernos fríos, veranos secos con gran amplitud térmica, días luminosos, cálidos y noches muy frescas, permiten la maduración lenta y prolongada de las uvas lográndose una armónica relación entre el contenido de azúcares y la acidez, con muy buena proporción de sustancias aromáticas y una excelente coloración. Los intensos y frecuentes vientos, asociados con la baja precipitación anual y escasa humedad, son condiciones muy favorables para una viticultura sustentable y de elevada sanidad sin necesidad del uso de agroquímicos.
Bodega Del Río Elorza es un pequeño proyecto vitivinícola concebido para elaborar vinos de alta gama con uvas de su propia finca, que pone énfasis en el cultivo de la vid y en el desarrollo de prácticas que permiten aprovechar las variedades mejor adaptadas al terruño patagónico. Vinos producidos con tecnología de vanguardia en su propia bodega equipada con tanques de acero inoxidable, piletas de hormigón sin pintar, barricas de roble francés y americano. Para cumplir estos objetivos sumaron la capacidad del reconocido winemaker Elias López Montero – prestigioso enólogo español y un grupo de excelentes profesionales que acompañan la pasión por hacer grandes vinos, entre los que se encuentran el Ingeniero agrónomo Marcelo Casazza y el enólogo Lucas Quiroga.
Tácito Pinot Noir 2017
Este singular Pinot proviene del viñedo Paulina (nombre de la madre de Mirentxu, dueña de la bodega). Un viñedo que en sus inicios fue en extremo complicado para trabajar, ya que estaba muy desprotegido y los vientos del sudeste, fríos e intensos maltrataban este cuartel.
Por eso se plantaron álamos para proteger este cuartel, y algunos años después de que la alameda superó la altura necesaria, comenzamos a ver una mejora notable en la calidad de las uvas.
El suelo es arcilloso, con menos piedras que el sector donde obtenemos las uvas del Pinot Reserva, pero igual así vemos piedras en superficie.
Es muy compacto y por ello se lo debe trabajar mucho (arado, subsolador, cincel) para que la viña pueda desarrollarse, pero aun así la misma está bajo un stress significativo lo que da uvas de gran concentración y de una acidez fija mucho mayor que otras uvas.
Dicho esto, en 2017 decidimos fermentarlo por separado pero de igual modo que con las uvas del Pinot Reserva del María Paula, para ver la verdadera diferencia entre ambos cuarteles. Obtuvimos un vino distinto de gran carácter que realizo la maloláctica en barricas usadas (todo su volumen, no se puso vino a piletas ni tanques) de 3-4 uso (para no interferir con su tipicidad) y reposo allí por 12 meses.